El show de los Mineros, el fenómeno comunicacional en que han convertido una tragedia, una tragedia de proporción mundial a escala humana. El espectáculo de televisión que abarca toda la parrilla programática de todas las posibilidades de televisión abierta. La familia del minero, el campamento “Esperanza”, el niño que no va al colegio, el minero futbolista, el ministro eficiente y humano, el presidente comprometido, el gran “Don Francisco” y su talento para inducir a la tristeza y conductas solidarias en el noble chileno solidario, hacen de este cuadro el gran espectáculo que el gobierno necesitaba para distraer la atención ciudadana dándole un carácter de reality show a la tragedia, mientras tanto fraguan la mejor estrategia para hundirnos aún más en la miseria, aprobando proyectos que no se harán jamás públicos sino hasta que notemos que la Isapre, que el supermercado, que la AFP nos roban, que las sanitarias ya nos son públicas, que se levantaron cientos de termoeléctricas, que aprobaron el Royalty minero, que el pan es mucho más caro y el Transantiago sigue sin funcionar y en alza el pasaje, que la educación se privatiza cada vez más, que pronto terminar la Educación Media será un lujo de pocos, que los parlamentarios se volvieron a subir el sueldo, que el presidente privatiza todo y sigue sin vender nada propio, que se compró CODELCO, en fin.
No es que no lamente la tragedia de los mineros, es un lastima lo que sucedió, es realmente una tragedia, si que lo es, el asunto está en que nadie, ni ministros, ni prensa lo ha dicho, solo dicen de la fuerza del minero, de la pachorra del chileno, de lo bien que estamos quedando ante los ojos del mundo por que aquí se hacen bien las cosas, puro adorno de la peor clase, pero no han dicho lo verdadero, no han dicho que es una vergüenza que haya sucedido, por que es el síntoma de una grave enfermedad que se llama explotación al obrero, al minero, desproteccionismo al trabajador en post del empresario, del millonario. Eso es lo que nadie dice; una enfermedad que ningún gobierno de la concertación, ni el dictador, ni menos el Señor Piñera han tratado de curar, por que para ellos no es cueca que el empleado gane el mínimo, a ellos les importan los peses más gordos, como adjudicarse concesiones, mover influencias, velar por los intereses del poder económico que es a quienes realmente representan. En fin.
Es repugnante como el Presidente de la República aprovecha la instancia para salir con discursos repetitivos, infecundos que más bien parecen un mal poema que un discurso político, para ganar popularidad, del terremoto a los mineros de Copiapó y de ahí directo a la teletón. Dejen de manipularnos, de mentirnos, como dicen por ahí es más fácil pillar a un mentiroso que a un ladrón o al revés, como sea, por ambas están cagados.
Benja Román
1 comentario:
LLego en bco. ???????
Mónica Gioconda
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